Algunas de estas causas son las indicadas a continuación.
Movimientos estructurales debidos a los terrenos
La mayoría de las fisuraciones y agrietamientos de las construcciones son debidos a los movimientos que sufren las estructuras durante un tiempo necesario para el asentamiento definitivo de la cimentación en el terreno.
Aunque hoy día esto sería impensable, dado que las normas determinan los métodos de cálculo y asiento permitido en las cimentaciones, a veces una mala ejecución de ésta, la utilización de una cimentación no adecuada al tipo de terreno, o causas imprevistas que modifican las características de los terrenos, dan lugar a la aparición de asientos diferenciales que provocan la transmisión de esfuerzos diferenciales al resto de la construcción, y ocasionan la aparición de cuarteados, mícrofisuras, fisuras e incluso grietas. En la tabla 3.2 se indican las dimensiones y aspectos de cada una de ellas.
Tabla 3.2. Nomenclatura de fisuras y grietas.
En la figura 3.11 se observa una patología debido a un asiento diferencial, que ha sido provocado por una fisura y la aparición de humedad. Figura 3.11. Fisuras por asiento diferencial o por hundimiento. |
Casi todos los materiales y elementos de construcción están sometidos en un mayor o menor grado a los efectos de la dilatación o retracción, debido a los cambios de temperatura o de humedad.
Un material cerámico en una azotea está sometido por incidencia de los rayos del sol a un aumento de volumen debido a la dilatación, lo cual, si no existen las adecuadas juntas de dilatación centrales o de contorno, puede dar lugar a levantamientos de las baldosas.
Si por el contrario, el tiempo es más o menos frío aparece una retracción interna lo que puede provocar, dependiendo del material de agarre e incluso de base, la aparición de fisuras.
Estos movimientos naturales deben estar previstos en la ejecución de construcciones ya que pueden dan lugar a la aparición de fisuras e incluso grietas en los elementos constructivos que, en el caso de fachadas y de cubiertas, pueden producir la aparición de patologías debidas a la humedad, además son puntos de penetración hacia el interior de las edificaciones.
Por ejemplo, en la figura 3.12 se observa el aspecto de una azotea transitable que ha sufrido una retracción en gran parte de las losetas cerámicas.
Figura 3.12 Fisuraciones debidas a retracciones en una azotea transitable |
Figura 3.13 Fisuraciones debidas a dilataciones. |
A veces se toman decisiones constructivas erróneas que pueden dan lugar a la utilización de materiales inadecuados a las condiciones externas de la construcción o por falta de datos concretos para analizar la solución más correcta.
En la imagen de la figura 3.14 se está ejecutando una construcción enterrada en la que se observa que no existe ningún material impermeable. Es bien sabido que un muro de hormigón generalmente es poroso (por su forma de ejecución) y una mala o nula impermeabilización puede dar lugar a la aparición de humedades en el interior de éste.
Figura 3.14 Ejecición incorrecta de un muro enterrado. |
Figura 3.15 Pared sin revestimiento |
Figura 3.16 Mala ejecución de una junta de dilatación en puente |
Muchas veces la utilización de un material idón para una impermeabilización no se ejecuta correctamente, ya que no se tienen en cuenta las recomendaciones de los fabricantes, o porque la persona que lo ejecuta tiene un gran desconocimiento.
En la figura 3.17 se observa una cumbrera de la cubierta de un edificio en el que la utilización de una membrana impermeabilizante no es la adecuada, ya que no se consigue eliminar la penetración del agua de lluvia.
Figura 3.17 Utilización inadecuadas de los materiales |
Figura 3.18 Eflorescencias en un revestimiento cerámico y descomposición a causa de las heladas |
Figura 3.19 Mala ejecución del drenaje de un muro de cimentación |
En la figura 3.20 se observa el desmoronamiento de un enfoscado de mortero de cemento debido a la erosión del viento o incluso al golpeteo de la propia agua de lluvia al caer. Esto es debido a la utilización de una dosificación muy pobre de cemento (alrededor de la 1:10 a la 1:12 en vez de la 1:6 habitual de cemento y arena, respectivamente).
Figura 3.20 Desmoronamiento del enfoscado de cemento. |
Figura 3.21 Uniones entre bajantes de distinto material |
Figura 3.22 Desmoronamiento del enfoscado de cemento. |
Figura 3.23 Condensaciones en un falso techo por canalización sin calorifugar |
Causas imprevistas
En muchas ocasiones las causas que facilitan la aparición de humedad en las construcciones pueden ser debidas a hechos imprevistos. Entre otros figuran los siguientes:
• Hechos accidentales, producidos por el propio hombre (vandalismo) o por la naturaleza (inundaciones, terremotos, etc.).
• Falta de mantenimiento y limpieza de las construcciones (abandono de los propietarios y usuarios) (figura 3.25).
• Sometimiento de las construcciones a causas externas no previstas en su construcción (figura 3.26).
Figura 3.25 Falta de limpieza de una cubierta |
Figura 3.26 Disgregación y desaparición del mortero por erosión producida por el agua-viento |
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